DONDE ESTÁ LA IGUALDAD
Santiago Campos.-

A los socialistas se les llena la boca de palabras cuando hablan de igualdad, paridad y otras zarandajas. Han creado la Consejería de la Igualdad para combatir la desigualdad y en las listas electorales proponen mitad de hombres y de mujeres, así como en sus variados gobiernos municipales. Pero todo esto parece ser agua de borrajas, como lo son los días de la mujer trabajadora y su lucha por la igualdad.
Y hay muchos ejemplos para dudar de las buenas intenciones socialistas. Especialmente repasando los presupuestos generales municipales alcalaínos. Nos encontramos con que una limpiadora gana 12.000 euros al año, mientras un técnico de urbanismo se mete en el bolsillo 48.000 euros de vellón. Es una desigualdad en toda regla, basada en que la sociedad está montada bajo las leyes de unos estudios superiores, unas jerarquías decimonónicas y otros diplomas que dan prestigio. No sé si la responsabilidad de un técnico económico es grande en estos casos, porque siempre deberá responder de los desaguisados que se realizan el político de turno que para eso toma las decisiones pertinentes.
Cuando oigo en la concejalía de la Mujer hablar de la igualdad entre hombre y mujeres, del lenguaje de género, de compartir tareas domésticas, me río abiertamente, porque eso es fácil de conseguir, sólo las mujeres pueden hacerlo. Cuando se emparejen con un hombre, deben hablar con él, decirle lo que quieren y realizar un pacto para poder caminar durante esta vida común. En caso de que no sea así, pues sólo tienen que separarse y buscar otra pareja que le satisfaga. Pero como pueden luchar hombres y mujeres con la desigualdad económica en el Ayuntamiento alcalaíno y en todas partes en general. Esto ya es más difícil, qué alcalde sería capaz de aprobar unos presupuestos con unos sueldos más o menos igualitarios para hombres y mujeres, sin que se tuviera en cuenta la proyección académica