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viernes, 26 de junio de 2009

ALBERTO JAIME CASI SUBIÓ A LOS ALTARES

Una nueva vuelta de tuerca ha dado Alberto Jaime Martínez Pulido al recorrido de su vida. El pasado 25 de junio de 2009, la plaza de la pequeña iglesia de la pequeña aldea de Ribera Alta fue denominada 'Plaza de Jaime Alberto' y se descubrió una placa con dicho nombre.
Al acto que fue todo un acontecimiento social, político y hasta de revista rosa, acudieron numerosos políticos como la alcaldesa pedánea de Ribera Alta, Francisca Mudarra; la alcaldesa de Alcalá la Real, su amiga Elena Víboras; el delegado provincial de la Consejería de Agricultura, Roque Lara; el alcalde de Alhendí, Miguel Ángel Gamarra García, el alcalde de Frailes, Antonio Cano García, el alcalde de Villanueva de la Reina, Blas Alves; el presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Felipe López, y la Corporación Municipal, en pleno, del Ayuntamiento de Alcalá la Real. Faltó la estrella, el Secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrias Arévalo, que a última hora hizo mutis y no se adhirió a esta fiesta.
No obstante, el poder de convocatoria de este cura, Alberto Jaime Martínez, fue grande y llegaron vecinos de las aldeas de Mures, Santa Ana, del municipio de Frailes, un autocar de Linares, con el cura Francisco Calleja al frente, que ha sido y es mentor de este otro cura, Jaime Alberto.
En medio de un gran gentío que ya lo esperaba en la plaza de la iglesia de Ribera Alta hizo su irrupción este cura carismático, con fama de Ricky Martín y que comenzó a besar casi uno a uno a todas las personas que había en dicha plaza. Con diversos medios de comunicación locales y provinciales como Canal Sur que dieron fe del acto en sus respectivos medios como Ideal, Jaén, Alcalá Información y la radio municipal alcalaína.
La alcaldesa alcalaína, Elena Víboras fue la encargada de glosar las excelencias de Alberto Jaime, denominándole como un cura del siglo XXI, enamorado del arte y capaz de hacer numerosas acciones como donar sangre, rehabilitar iglesias, fomentar viajes y querer a su familia y amigos.
Alberto Jaime tiene que tener algo para reunir tanta gente en este tipo de actos, es un cura que incita amores, odios y envidias. Así una de las ausencias que se echó de menos en este acto, fue la del actual cura de Frailes, Miguel Ángel Castillo Quintero, que ocupa ahora el puesto que anteriormente tenía Alberto Jaime en la parroquia de Santa Lucia. A pesar de que el propio Alberto fue a Frailes a pedirle que se personase en dicho acto, y a pesar de las invitaciones oficiles que la propia alcaldesa de Ribera Alta le hizo, este cura no fue a dicho acto. Unos lo achacan a la envidia, otros a que en ese momento tenía trabajo, en fin, como ya digo, Alberto Jaime provoca amores y odios. A él le gusta este tipo de acciones, le gusta que le escuchen sus sermones, se queda con la audiencia, pero repito algo tiene que tener para que 'moros y cristianos', socialistas y populares, pueblo llano y algún poderoso requiera de sus servicios. Algo tiene que tener para que los católicos de Frailes pusieran en sus manos más de 44 millones de pesetas para 'rehabilitar' la iglesia frailera y una sola persona, dicen que donó unos 11 millones de pesetas.
En fin, Alberto Jaime sigue su camino, organiza viajes a Roma, a Egipto; convence a sus feligreses a que donen sangre. Tiene contentos al poder socialista, coquetea con los del PP, da buenas entrevistas a los periodistas y por todas partes se habla de él. Que siga subiendo a los altares terrenales, que siga su camino de cura moderno, pero quizás su reino no sea de este mundo.

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