Todo puede suceder cualquier día. En un momento, podemos perder la estabilidad física o emocional. Ayer perdí la llave de mi moto, en un trayecto pequeño y no la encontré, como tiene un microchip, fuí a hacer una copia y costaba la friolera de 30 euros, después una persona se la encontré y no sé, me la devolvió, pero como sabía que era la llave de mi moto. En fin, cosas del destino.
También, hoy me enteré de que un conocido que veía casi todos los días mientras pasaba por la calle Fernando el Católico, ha fallecido de cáncer fulminante en apenas unos días, nadie se ha enterado porque la familia no ha querido decir nada, y quién me lo ha dicho, me dijo que esta persona ha durado pocos días con esta grave enfermedad.
Igualmente leí que el Ayuntamiento había dado a conocer las subvenciones a más de 70 colectivos, que ha repartido más de 149.000 euros. Aunque, no entiendo muy bien como la Tertulia Flamenca se lleva 2.500 euros y Amici Culturae solo 1.600, cuando la segunda realiza una gran labor durante todo el año y la primera hace un par de actos puntuales anuales. Cosas del destino.
En fin, como decía antes, alguien está tranquilo en su casa y cualquiera puede pertubar su paz: un correo electrónico, un msm, la tv, la radio o una llamada de móvil, pueden reventar cualquier día plácido.
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