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lunes, 15 de agosto de 2011

LA VIRGEN REINÓ EN SU DIA MAS GRANDE


El 15 de agosto es un día especial y peculiar para los alcalaínos. Ayer, los ecos de los fuegos artificiales se seguían oyendo en los oídos de los vecinos, mientras a partir de las 08:00 horas comenzaban el día más grande de las fiestas alcalaínas. Por toda la ciudad resonaba el repique de campanas y los disparos de cohetes despertaban y llamaban para la fiesta patronal por excelencia. La Agrupación Musical Pep Ventura iniciaba el pasacalles y la música inundaba las calles del centro de la ciudad.
El ambiente festivo recorría todas las calles, el Llanillo se llenaba de gente que iba y venía y sobre todo desembocaba en el compás de Consolación. Pero el aire de fiesta se masticaba en todos los lados, desde el Paseo de los Álamos, hasta en cualquier rincón de cualquier casa. Gente llegada de otros lugares atestaba casas, pisos o habitaciones de hotel o pensión. Las calles, balcones, terrazas o ventanas se iban engalanando, las colchas de las ocasiones, las banderolas en honor a la Virgen de las Mercedes se fueron colocando a lo largo del día.
A las 11:00 horas la iglesia de Consolación se volvió a convertir en el centro de la ciudad, comenzó la celebración de la santa misa, a cargo de fray José Rafael Reyes, fue concelebrada por diversos sacerdotes de la localidad y por otros ausentes. Asistió la Corporación Municipal, bajo mazas, con representación de autoridades civiles y militares, los hermanos mayores de las diversas cofradías y la música y el canto de la coral Alfonso XI, dirigido por Lirio Palomar. Los fieles compraron flores para la Virgen de las Mercedes y muchos niños con sus familiares fueron a llevarlas al trono de la patrona. Ésta estaba preparada en la iglesia desde hace varios días, vestida con sus mejores galas, en esta ocasión con su manto de color azul, que desde el pasado viernes luce con esmero en la iglesia, vestida por sus camareras.
Durante todo el día de ayer la ciudad alcalaína respiró esta fiesta, en las calles había mas caras de gente desconocida que los habituales de cada día. En el Llanillo, un hombre, el de siempre vendía velas a ‘porrillo’, cada año instala su puesto y no deja de hacer ventas durante todo el día. La cera de las velas rezuma a fiesta de la Virgen y los alcalaínos visten sus mejores galas, y llegaron gentes de las aldeas, de los cortijos de otros confines, que se acercan en estas fechas, oliendo a vieja conquista de la ciudad. Como cuando Alfonso Onceno la conquistó hace más de 600 años, un día como el de ayer, apostado en la Fuente del Rey, hasta que se fue el último árabe de la fortaleza de la Mota.
Y al medio día las calles se fueron aflojando de personal, las gentes se juntaron para disfrutar de la comida festiva, reunidos por el Día de la Virgen, con grandes manjares en sus mesas, con reencuentros y charlas.
Y a partir de las 20:30 horas llegó el nuevo turno de la Virgen de las Mercedes, de nuevo, la concentración en el Compás de Consolación, la celebración de la gran procesión, con asistencia de la Corporación Municipal, con la banda de música alzando su sonido con la salida, tocando el himno de España. Mujeres de mantilla, con peineta, vestidas de negro, espléndidas al viento en honor de la patrona. La procesión fue seguida por miles de personas, cada alcalaíno y visitante la vio de una manera, a unos les gusta la calle Veracruz, a otros por la calle Real, el Llanillo se llenó de sillas esperando, también, la llegada de la procesión. En fin, el día de Alcalá la Real, el día de la Virgen de las Mercedes se volvió a escribir.

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