Siento que octubre se va por la puerta de atrás y que llega el frío. Las gentes se apresuran a limpiar las tumbas de sus muertos y muchos practican el Hallowen o como se llame. Veo ir a la consejera de Agricultura de un sitio a otro lugar, sin parar, como un viaje frenético, fotografiando amaneceres, y un día me preguntó qué cómo me iba después de su marcha y le dije: 'sin tí no soy nada'. Se me ocurrió esa metáfora y me invitó a pasar algún amanecer en Sevilla.
Ahora me levanto y la Avenida de Europa está siendo limpiada por los madrugadores, mientra una furgoneta descarga el pescado que después se consume en algunos hogares y el silencioso bar Ibiza se despereza. Mientras el bar del Parque sigue de vacaciones, el Tipi Tapa comienza a difundir sus delicias, el Avenida ha cambiado de heredero y el Cafetito se ha traspasado. Sigue el bar Europa o el Rano siendo y donde hay más gente y veo a su dueño cortando jamón de 'once deos' y vendiendo aceite de varios euros el litro.
Ahora, también, veo a muchos universitarios que han terminado su carrera un poco aburridos, tratan de buscarse la vida haciendo un máster pero no tienen muchas esperanzas, deberán seguir luchando para poder buscarse su propio trabajo o emigrar a otros lugares porque Rajoy ofrece poco.
También veo las cuentas del Nóos y un gasto de 8.000 euros en un espectáculo de mimo, y digo bendita monarquía, cuando te irás de nuestras vidas. Y estoy de acuerdo en lo que dijo el Pérez Reverte que seguimos gobernados, por los hijos y nietos del franquismo, como una losa maldita de la que no podemos despegarnos. Porque los españoles aún no somos dueños de nuestro destino, nos conformamos con que nos lo labren estos políticos de tres al cuarto que aún no saben lo que significa la palabra democracia.
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